
Mientras recibíamos nuestras inmerecidas medallas, me di cuenta de que la gimnasia no podía juzgarme ni faltarme el respeto, sólo yo podía hacer éso. No podía pensar que lo importante eran los jueces, los padres o los entrenadores, lo importante somos nosotras y ésto es para nosotras, y éso es un primer puesto totalmente merecido.. para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario